Había manifestado que las personas quieren que vuelva el PSOE, que sepa de dónde viene, a dónde va y qué es lo que quiere para España y Andalucía. Iba subiendo el calor, que no el rigor, del discurso de la dirigente socialista. En un momento dado (ver vídeo), enfervorecida recordó que el PSOE de antes era un PSOE en el “que cabía desde Paco Vázquez a Pablo Castellano”. Los investigadores de la historia del PSOE dieron un respingo y cayeron en la cuenta del patinazo de Susana Díaz.
Sin duda Pablo Castellano fue un
dirigente socialista, divergente con las tesis del felipismo, y fundador
de Izquierda Socialista, que convivió con González y
Guerra, hasta que lo expulsaron en 1987. Había criticado la política de
reconversión industrial y poco socialdemócrata de Boyer y Solchaga, había
defendido el No a la OTAN en el 30 Congreso del PSOE y durante la campaña del
referéndum, o criticaba la falta de democracia interna dentro de la
organización.
Sin embargo, no fue hasta que denunció un posible caso de
tráfico de influencias de Txiqui Benegas y Abel Matutes (sí, el que fuera
ministro del PP) cuando se le expulsó sin tramitación de expediente el 20 de
octubre de 1987. Por tanto, parece que no cabía Castellano en el PSOE. ¿Este es
el PSOE que quiere Susana Díaz?
Pepote Rodríguez de
la Borbolla defenestrado
José “Pepote”
Rodríguez de la Borbolla, al que Díaz debe conocer muy bien, fue otro de
los políticos defenestrados en su momento por ir por libre. Y eso que era el
presidente de la Junta de Andalucía. Pepote fue, primero, desplazado de la
secretaría general del PSOE-A mediante distintas maniobras de Alfonso Guerra, que puso a Carlos Sanjuán. Y, segundo, le quitaron
de la Junta de Andalucía nombrando a Manuel
Chaves para relevarle. El escándalo, por enfrentarse a Guerra, provocó la
reunión del clan de
Chamartín que dio origen a lo que luego se llamaría renovación.
Es conocida la anécdota que tuvo con Guerra. Pepote preguntó
a Alfonso qué había que hacer para estar bien con él. El vicesecretario le
contestó que había que situarse en la línea. Pepote inquirió de nuevo “¿Dónde
está la línea?”. A lo que Guerra contestó: “La línea se mueve”. De esta forma Guerra
situaba la capacidad de estar en el PSOE a su propia voluntad y deseos. A lo
que quisiese la Ejecutiva Federal. ¿Este es el PSOE que desea recuperar Susana
Díaz?
Otros casos a los que
no dejaron vivir el PSOE
En otra parte del discurso del sábado 4 de marzo, Díaz
destacó que antes en el PSOE “cabían hombres y mujeres que vivían el socialismo
como les daba la gana, como querían”. Cierto, el PSOE siempre ha sido muy
ácrata y, paradójicamente, muy disciplinado a la vez. Cada cual ha intentado
vivir como quería el partido. Pero se podía vivir en el fondo del partido. En
cuanto se ha sacado la cabeza se la han cortado.
Alonso Puerta
tuvo la ocurrencia de, siendo él secretario general de Madrid, encabezar la
delegación al Congreso Extraordinario de 1979. ¡Por delante de Felipe González!
Éste era simplemente militante al haber renunciado. Se la guardaron y cuando
denunció un posible caso de corrupción en las contratas de la basura en el
Ayuntamiento de Madrid fue expulsado del PSOE. En 1981, dos años después de la
ofensa, dejó de pertenecer al partido por denunciar un caso de corrupción.
José Antonio Pérez
Tapias y Juan Antonio Barrio,
ambos de Izquierda Socialista, fueron laminados de las listas electorales de
2012 por haber tenido la osadía de votar contra la reforma del art. 135 de la
Constitución. La famosa votación donde España perdía su soberanía económica en
favor de los intereses económicos europeos. Y el caso es que en Granada se
solicitó que el profesor Pérez Tapias siguiese. Pero no lo aceptó el aparato.
¿Este es el PSOE que quiere Susana Díaz?
El PSC tendrá que realizar
una inscripción entre sus afiliados para poder participar en las primarias
del PSOE. Esto ha sido llevado a cabo por la actual Gestora del PSOE. Hasta la
fecha, la militancia del PSC siempre ha podido participar en los congresos y
primarias del PSOE con total libertad y en virtud al pacto que se cerró hace
más de treinta años. Sin embargo, ha sido la Gestora la que ha roto relaciones
con los catalanes por no seguir el voto abstencionista del Comité Federal. Por
no plegarse a la voluntad de unos pocos. Al igual que
sucedió con Castellano, Rodríguez de la Borbolla, Puerta o Pérez Tapias, ahora
es el PSC el que no puede vivir el PSOE como le da la gana. ¿Es este el
PSOE que quiere Susana Díaz?