miércoles, 5 de octubre de 2016

1 Militante, 1 Voto = 1 Pagacuotas



La vorágine que ha atrapado al partido socialista, en estas tristes fechas, parece haberse llevado cualquier atisbo de racionalidad, de pensamiento o del mínimo sentido común. La militancia socialista está actuando más con las tripas que con la cabeza. Y cuando alguien pretende poner cordura (en cualquiera de los bandos), es atacado de manera inmisericorde. Ya decía Gustave LeBon en su Psychologie des foules que, en las épocas turbulentas, la parte irracional del ser humano campa a sus anchas. Pero estimo que, si es verdad la idea de progreso, hemos avanzado lo suficiente para poner un poco de cordura. Y eso es lo que pretendo con estas palabras.

Desde Pérez Tapias a Borrell, pasando por Sánchez y sus corifeos, están reclamando una consulta a la militancia para decidir qué debe hacer el PSOE. Al estar el partido en Gestora la idea es sumamente atractiva y, hasta cierto punto, pero solo hasta cierto, coherente. Se justifica, la consulta, sobre la base de la democracia directa y de la participación de la militancia. Se establece que es el modo más democrático de decisión. Pues no lo es como ahora explicaré. Tiene razón Javier Fernández al decir que el PSOE se había podemizado. Y en efecto lo ha hecho pero en lo electivo, no en lo discursivo. Y el sistema que ellos tienen no tiene porqué ser peor, no. Es distinto, pero no es mejor ni más efectivo que el que siempre ha tenido el PSOE.

¿Tiene sentido reclamar esa consulta dadas las circunstancias actuales? Lo tiene. ¿Será una consulta democrática? Ahí tengo muchísimas más dudas. En primer lugar, hay un problema técnico-democrático. Para establecer la consulta, lo primero sería decidir sobre qué alternativas se va a decidir. No puede ser a favor o contra la abstención porque nos quedamos sin alternativas. No existe solo esa dicotomía. El problema es más complejo y se presentan, al menos, otras dos alternativa factibles. La primera qué tipo de abstención se llevaría a cabo: sin contraprestaciones o con ellas. Y si hubiese contraprestaciones que solicitar ¿cuáles serían?. Si no se aceptase la abstención ¿querría ir usted a terceras elecciones tal y como ha quedado el partido? Si es que sí, ¿aceptaría unas primarias exprés con o sin avales? Si ha contestado que no ¿qué otro tipo de alternativa queda?

Solo para una simple, en principio, consulta fíjense en la cantidad de variables que habría que manejar. Se hace entonces, en segundo lugar, necesario establecer un debate profundo en el seno de la organización donde todos y cada uno de los militantes analicen profundamente los pros y contras de cada una de las posibilidades y sus alternativas. No es un problema dicotómico sino pluriforme. Esto me genera la duda de si los que piden consulta han pensado en todo esto. Si no lo han hecho malo. Y si lo han hecho casi peor porque pretenden entonces hurtar información a la militancia.

Creo que la consulta no puede ser utilizada, como se quiere, para seguir la guerra por otros medios. Es necesario el debate se quiera o no. Pero claro, por la premura de tiempo ese debate solo se producirá en el Comité Federal. ¡Ajajá! Las oligarquías del partido pensando por los demás. Los iluminados que nos han llevado a esta situación por acción u omisión debatirán y nos presentarán sus resultados y la pregunta mágica. Eso sí, 1 militante, 1 voto estará presente porque es lo más democrático. Y me da que nos la quieren colar otra vez. Las bases no pintan nada, solo sirven para pagar cuotas según parece.

Pero es que además, consultar directamente a la militancia no es más ni menos democrático que otras opciones. Convengamos en que existe una democracia representativa, una democracia participativa, una democracia directa y una democracia plebiscitaria. En la democracia representativa se eligen unos representantes que actúan y deciden en base programas o ideologías. En la democracia directa es el mismo pueblo en asamblea el que debate y decide. Y cuando hay que actuar sortea los cargos entre todos para ejecutar los mandatos de la asamblea. La democracia participativa sería una posición intermedia de las anteriores. Existen unos representantes que para ciertas cuestiones hacen participar a la ciudadanía mediante debates, exposiciones y que para decidir crea unas comisiones paritarias donde acuden ciudadanos mandatados. Y por último está la democracia plebiscitaria que es aquella donde se consulta a la ciudadanía sobre una cuestión concreta (OTAN sí o no, por ejemplo). Pero la ciudadanía no participa en el debate, ni elige la pregunta, ni elige las opciones, tan solo vota sí o no.

Pues la consulta que se pretende es plebiscitaria y no participativa. Y cuando Fernández aludía a la podemización del PSOE era en gran parte por este tipo de gestión del día a día. Sin debate y con solo posiciones maniqueas no se puede hablar de democracia y si de bonapartismo, porque durante todo el proceso las bases no están ni se las quiere. Como dijo Luena, las bases están para aparentar en las primarias. No es democracia participativa, ni directa. No se dejen engañar. Porque, además, con este tipo de gestión consultiva el dirigente político nunca pierde ni se moja. Y con las magnitudes de personas con las que nos manejamos, los dirigentes lo que deben hacer es mojarse y actuar ellos con todas las consecuencias. Si se hurta el debate y los datos a la ciudadanía este tipo de consultas no son más que un engañabobos.

Durante el referéndum de la OTAN hubo casi un año donde todas las posiciones pudieron exponer los pros y contras de la decisión a tomar. Las personas pudieron debatir aunque fuera en la tasca. Tuvieron información de sobra. Con esta consulta, tal y como pretenden algunos hacerla, la militancia socialista carece de datos, de las posibles alternativas y los posibles efectos de cada decisión. Recuerden que el 80% de la militancia que fue a votar, voto sí al acuerdo con Cs ¿cuántos lo leyeron? Creo que ni el 1% de los del sí. 

Se vota por fidelidad, cariño o no joder al partido, no por utilizar los elementos racionales. Y eso es lo que pido para esta consulta que sea racional y no solo emocional. Que no se hurte el derecho a estar bien informado de la militancia de base dejando el debate solo en el Comité Federal de los listos e iluminados. Alguno me dirá que, al fin y al cabo, son nuestros representantes. En efecto lo son. Pero si yo no puedo debatir, tampoco quiero que me carguen el muerto. Si son representantes y solo ellos pueden debatir y conocer, que decidan ellos que para eso les hemos elegido. Y esto no es menos democrático. Sin información, es incluso más democrático.

Raciocinio y sentido común. Consulta sí. Pero consulta con debate general y con representantes mandatados. Si no, que apechuguen con la responsabilidad aquellos en quienes hemos confiado. No me hagan plebiscitos y luego solo cuenten conmigo para la cuota. 1 militante, 1 voto no siempre es más democrático. Muchas veces es demagogia y manipulación pura y dura. Mi cuota, mi debate sería mejor decir.