lunes, 26 de septiembre de 2016

SÁNCHEZ Y LUENA ENTRAN EN BARRENA



La batalla por el poder dentro del PSOE estaba lanzada después de los malos resultados del 26 de junio y, especialmente, por la respuesta que ofreció Pedro Sánchez tanto la noche electoral como en el comité federal posterior. Había entrado en un impasse, tan solo alterado, mínimamente, por alguna declaración suelta de dirigente menor o alguna boutade de la propia ejecutiva. ¿Había reuniones y filtraciones? Sí. ¿Que todos sabíamos que iba a caer Sánchez? También. Pero, por mor de cierto sentido de la responsabilidad política, se dejaba hacer a quien correspondía (Rajoy). 

En esto, Sánchez volvió de las eternas vacaciones en plan soberbio (y no lo digo por el No es No) atacando a todo aquel que discrepase de él. Una vez pasada la fallida investidura del presidente plasmagórico (Sánchez no quedaba como el único en palmar una investidura y su ego quedaba a salvo), algunos barones reclamaron un debate serio. Y aquí es donde la soberbia del secretario general socialista estalló y se lanzó a un ataque contra los suyos. Como los malos boxeadores que, cuando se ven acorralados y al borde del KO, lanzan golpes "tipo molinillo" para defenderse y ver si enganchan un golpe certero, Sánchez ha convocado primarias y congreso federal.

En vez de tener la dignidad de dimitir, tras otra noche histórica de derrotas electorales, se lanza al ataque molinillo junto a su secuaz Luena y los pelotas de la ejecutiva que aún le quedan (¡Ay madre, lo que cuesta dejar un sillón y trabajar!). Para poder entender que esto no es más que un intento de salvar tan solo su "culo" y en nada piensan en el partido, contextualicemos.

Primero, la Comisión Permanente de la Ejecutiva Federal no tiene capacidad de convocar nada. Es más, debe ser la Ejecutiva Federal completa la que proponga al Comité Federal la convocatoria y el calendario. Por tanto, ni Sánchez, ni Luena están legitimados para convocar nada, ni para proponer nada sin aceptación de la Ejecutiva.

Segundo, solo el Comité Federal tiene capacidad de convocatoria del Congreso federal y del Calendario de Primarias. Así que por mucho que quieran Sánchez y Luena, las fechas propuestas ilegítimamente, pueden ser removidas por el CF. Algo que, me da en la nariz, que hará el mismo 1 de octubre. Pero las fechas propuestas sí son parte del análisis que desarrollaré a continuación.

Y tercero, en espera de que los resultados electorales fuesen dignos lanzaron el bulo entre los medios de comunicación de que el pacto de izquierdas estaba ya hecho (incluso con el apoyo de ERC). Ni les ha servido para subir voto en gallegas y vascas (una de sus pretensiones), ni les ha servido para que pidan su cabeza a voces desde las distintas federaciones. Han mareado la perdiz para salvar su cara solamente. Y más si tenemos en cuenta que hoy mismo Podemos de Castilla La Mancha ha roto, con altavoces enormes, su pacto con el PSOE CLM.

¿Por qué digo que entran en barrena? Porque todo esto no es en favor de la democracia interna, ni en favor de la militancia (como ahora veremos), tan solo es para tener munición contra los dirigentes regionales que, ya, se han rebelado contra ellos. Quieren seguir en el poder a toda costa sin importarles el propio partido. Si con todo esto lograsen sacar 20 escaños (los suyos) ellos y ellas serían felices. Lo que pase fuera de su mundo les da igual.

Pero no solo eso, las propuestas de primarias y congreso son de una gravísima irresponsabilidad política. En primer lugar, porque el país se encuentra en una situación de interinidad que no quedará resuelta hasta que algún candidato obtenga la investidura o pasen las terceras elecciones (y aún así habría que ver). Ponen al partido contra la situación política actual. Y en segundo lugar, porque ellos mismos rompen su propio discurso de la formación de un gobierno de cambio. Si estás seguro de lograrlo no convocas primarias porque podría suceder que lograses el pacto y a la vez perdieses las primarias. Si yo tuviese el convencimiento de que eso es lo necesario no convocaría nada. Esperaría hasta lograr el acuerdo del cambio. Por tanto, al convocar primarias doy a entender que ni gobierno del cambio, ni nada por el estilo es lo que está en mi pensamiento.

Nunca han tenido intención de formar gobierno por la izquierda como queda demostrado, y sí solo salvarse ellos mismos al precio que sea. Incluso destruyendo al propio partido si hiciese falta. Las personas que militan en el PSOE saben de sobra que desde hace años no hay renovación de ideas, de estructuras o de familias. Es más, son plenamente conscientes de la anomía en que se encuentra el partido. Y estas acciones solo redundan en ello. Las baronías no es que estén libres de pecado, también son parte del problema, pero no están al frente del PSOE federal. Por tanto, la ejecutiva ha descubierto sus cartas y ha desligitimado su propio discurso al proponer unas fechas que se solapan con posibles pactos (que no quieren ni han querido Sánchez y sus amigos).

Pero es que además las fechas son imposibles si nos atenemos a los reglamentos internos (lo que da que pensar que carecen del sentido del cálculo temporal, al menos). Quieren primarias el 23 de octubre, bien. Y según el reglamento existen quince días para la recogida de avales y quince días para la campaña electoral, al ser unas primarias ordinarias (y este dato es importante). Por tanto, aunque el comité federal las aprobase el mismo día uno, ¿las primarias se celebrarían el día? 1 de noviembre. O ¿es que piensan saltarse los estatutos, otra vez, para asegurarse ellos el poder? Eso están intentando, pero vamos, lo indignante es que piensen que los militantes del PSOE son estúpidos y no saben ni los estatutos ni contar. Es más, la fecha del 23 está situada para presionar con negociaciones falsas y posibles investiduras.

Vayamos con las fechas del Congreso Federal que desean para los días 1 y 2 de diciembre. Si el Comité Federal aceptase la convocatoria de Congreso, la Ejecutiva Federal debería presentar, al menos con una semana de antelación la Ponencia Marco para el debate y enmienda de la misma. Luena debería presentarla con el visto bueno del nuevo Secretario General como poco el 1 de noviembre. Al siguiente fin de semana, por tanto, serían los debates y elecciones de delegados en las agrupaciones locales. Al siguiente, los Congresos Provinciales. Y al siguiente los regionales. ¿En qué fechas se convocarían los regionales? El 1 y 2 de diciembre curiosamente. Así que el Congreso Federal solo podría hacerse el 8 y 9 de diciembre en pleno puente y en plena campaña electoral. Vamos la O con un canuto.

Pero imaginemos el escenario de que se aprueben esas fechas y se inserten a cascoporro. En ese caso, se estaría imposibilitando a la militancia el ejercer su derecho de sufragio activo y se le engañaría en el pasivo. Me explico. Se impediría que alguien, como sucedió con Pérez Tapias, fuera de los círculos de poder se presentase. Y, además, se impediría el debate real sobre la situación del partido, del país y de las necesarias reformas democratizadoras que necesita el PSOE para no estar en manos de unos pocos y menos de las ejecutivas de todos los niveles. Se impediría, por tanto, el mínimo sentido democrático que se espera.

¿Qué haría yo? Cargarme a Sánchez en el próximo Comité Federal. Nombrar una gestora que negociase con Rajoy una abstención a cambio de la transformación de estas Cortes en Constituyentes en el plazo máximo de dos años. Algunos dirán, con razón, que es darle el poder a la derecha. Sí, es cierto. Pero no deja de ser menos cierto que sería un gobierno en minoría (sin poder legislar casi nada) y temporal hasta la reforma de la Constitución. En este período daría tiempo al PSOE, y creo que a Podemos también, para enterrar las cuitas internas y renovarse personal, estructural e ideológicamente para poder ser una alternativa de cambio real para la sociedad.

Además, con la reforma constitucional cambiaría el sistema electoral, se podría hacer un encaje territorial confederal, se establecerían con racionalidad las competencias estatales, regionales y locales y se podrían consagrar ciertos derechos constitucionalmente. Tal y como está el Parlamento compuesto ahora sería una Constitución de amplio consenso, que es lo ideal. Y en las siguientes elecciones, y un nuevo sistema electoral, las cosas serían radicalmente distintas. No digo que favorables a unos y otros, sino distintas. Item más, durante los debates constitucionales se permitiría a la ciudadanía ver las propuestas reales de los políticos y ello ayudaría a mejorar la cultura política.

Pero lo que pretende ahora Sánchez y sus corifeos no. Es más, deberían mandarlos a su casa y a un trabajo en la vida normal a todos y todas por un laaaaargo período. 

PS. ¿Se atrevería Rajoy a negociar la abstención o también es postureo? Si lo segundo, la táctica daría al PSOE un millón de votos así sin más.