martes, 14 de junio de 2016

EL DEBATE 2016: Y PERDIÓ LA CIUDADANÍA


¿Qué decir de un debate del cual pienso que no sirvió para nada? Está demasiado lejos de las elecciones para generar un voto por pasión (más que por razón) y la ciudadanía ya está saturada de ver a las mismas personas con los mismos mensajes todos los días. Pero bueno intentaré plasmar mi opinión sobre el asunto con la mayor brevedad posible.

A diferencia del debate para las elecciones del 20-D, éste lo he vivido en vivo y en directo en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid. Por tanto, mi visión del mismo difiere por el propio contexto. Haber podido ver los entresijos, escuchar los off the records, oír las opiniones de los equipos de asesoramiento de los candidatos o ser testigo de las opiniones en directo de los y las periodistas, sin duda, cambia mi perspectiva respecto al anterior debate.

Ya el formato del debate animaba la desidia y la desesperanza, en especial cuando tienes que tomar un montón de notas y twittear el debate en sí. Y no me defraudó en ese sentido. Fue aburrido e insulso. Salvo alguna rajoyada y alguna escaramuza entre Rivera e Iglesias, el resto fue plano, plano, plano. En el plano de las políticas económicas y sociales hubo muchas propuestas que, o bien nos las creemos o bien no, pero carentes de toda referencia a un futuro mejor o distinto. Ninguno de los contendientes consiguió que nos creyésemos sus propuestas de economía-país. Nos podrán parecer buenas unas o malas otras, pero ilusión ninguna. ¿Por qué no quitan este espacio de los debates? Además, tienen el mal gusto de comenzar casi siempre con el mismo. ¡¡Aggg!! Rajoy sigue en su mundo celestial y de culpar de todos los males al ex-presidente Rodríguez. Pedro Sánchez nos promete derogar la ley laboral, pero bueno no toda, solo lo malo. Y ¿qué aspectos positivos tiene? ¿por qué no nos dice qué cree que es bueno? Opción a) NS/NC, Opción b) porque puede quedar mal. Rivera defendió a sus autónomos y a su clase media. Y Pablo Iglesias nos prometió una política expansiva por el aumento de ingresos que se han inventado Juan Torres y Vicenc Navarro. Vamos creerle es un acto de fe. Aburrido 1. Descanso para un sandwich de atún, un refresco y un piti.

Uyyy la pinza

El segundo tramo trató de regeneración política y democrática. Aquí esperaba que algo más se moviese el debate, aunque fuese por la sola lógica de echarse los trastos a la cabeza. Y comenzó con una rajoyada, la corrupción se combate con la ley y "castigando con castigos". ¡¡Oleee!! Claro que con un partido podrido como tiene, bastante hizo con no salir huyendo en este tramo. Pedro Sánchez intentó explicar un nosequé queseyo regenerativo y propuso como mayor oferta prohibir las puertas giratorias durante cinco años (Iglesias las quiere prohibir por siempre que para eso él es más chulo y leninista). Rajoy le recordó los ERE y le acusó de querer "politizar la moral". Si leyese algo distinto al Marca, el Sr. Rajoy sabría que la moral es siempre política. Otra cosa es que Rajoy y el PP son amorales en política y les debe molestar que los demás sí tengan conciencia ética al ocupar los cargos.

Aquí la sorpresa, para mí, vino de Albert Rivera que tuvo la valentía de decirle en su cara al sobresueldos que es "realmente" un sobresueldos. Vamos que él ha cobrado en B y que su partido es una cueva de ladrones. Y bastante le fastidió al presidente en funciones porque llamó inquisidor a Rivera. Vamos los pájaros tirándose a las escopetas. Y mientras Iglesias mirando a todos sin poder creerse lo fácil que se lo estaban poniendo. Eso sí, propuestas y discurso éticos de todos, nada de nada. Así que en lo que llevamos ni teoría económica, ni teoría ética. Aburrido 2. A por un trozo de tortilla de patata, segundo piti y unas fotos que le hago a Edu Galán (Mongolia) con una careta de Herzog.

Refrigerio

Y después de esto, si les digo la verdad, tengo muchas notas y tres huevos duros, pero sensaciones de algo que mereciese la pena no. Rajoy hizo de Rajoy. Rivera consiguió asegurar a su electorado medioclasista e Iglesias consiguió ser visto como el jefe de la oposición y la verdadera alternativa al PP. Dejo a Pedro Sánchez para el final. ¿Ganó alguno? En sí no. Perdieron los ciudadanos y ciudadanas que no pudieron escuchar relato alguno sobre un futuro mejor y distinto; que no pudieran verse reflejados en esos cuatro tipos allí plantados; que no vieran un debate serio sino una retahíla de frases y propuestas más o menos atractivas; que no escucharon deliberación; que se sintieron aún más lejos de quienes dicen representarlos. Todos quieren mejorar la democracia pero sin contar con la ciudadanía como se demostró ayer. Algo que comparten nuevos y viejos. ¡Qué paciencia tenemos!

¡Anda Fernando!

Y Pedro Sánchez a lo suyo. Y ¿qué es lo suyo? La nada. No he visto candidato socialista tan vacuo y vacío en mi vida. carece de toda empatía personal. Si pueden recordarlo, toda la noche apareció en las pantallas con la sonrisa forzada y más tieso que una estaca. Quiso ser la estrellita llegando más tarde al plató por el maquillaje. No tiene fuerza argumentativa.No se sabe qué tipo de teoría política defiende (si es que tiene alguna en su cabeza). Utiliza el recurso, muy mal visto en España (como recordarán con Ana Botella), de ir a todas partes con su santa. Y lo peor es que su mujer es ejecutiva de una empresa de servicios (y contratos precarios). Representa lo que él quiere que no exista ¿o no? Como dije en un post anterior, esta es la ejecutiva socialista más impresentable en siglos. No hay nada más allá de los mantras. Y sigue, además, con una campaña errónea cuando debería haber salido al ataque. Desde luego el debate puede servir de poco, pero quien peor parado ha salido es él. ¡Qué larga se le va a hacer la campaña! Si al menos mintiese y dijese que es de izquierdas algo ganaría, pero ni eso. Está haciendo seguidismo de Iglesias y por este motivo le proclama como jefe de la izquierda. No creo que tenga un quo vadis durante lo que queda de campaña. Así que me parece que va de bajada y al pilón socialista.

La soledad de Sánchez