miércoles, 23 de diciembre de 2015

AUTODETERMINACIÓN

Escuchando a dirigentes del PSOE parece ser que el único problema para una posible coalición de izquierdas es el referéndum de autodeterminación, o mejor dicho, el derecho de autodeterminación de Cataluña. No creo que aquí se encuentre la clave de la operación sino que es una simple excusa para establecer posiciones, ya que Pablo Iglesias les ganó por la mano el mismo día de las elecciones al establecer las líneas rojas de cualquier pacto. Pero aún no siendo el punto clave, creo que hay otros motivos más importantes detrás, sí me da pie a explicar qué es eso de la autodeterminación que tanto asusta a dirigentes socialistas como Díaz, García Page o Carmona, por citar a algunas y algunos.
Autodeterminación y nacionalismo no son conceptos vinculados como dan a entender las declaraciones de unas y otros, aunque sí tienen una relación estrecha por lo que explicaré a continuación. Ambos son conceptos antiguos pero que, surgiendo de ámbitos distintos, han sufrido cambios hasta llegar a una posible confluencia. El concepto de nación puede encontrarse ya en los antiguos textos bíblicos donde se hablaba del pueblo de dios, el pueblos de Israel y la conformación de la nación judía. Lo mismo que hablar del pueblo griego o persa unos siglos después. Pero el sentido que se le da al término nación actual es bastante posterior. No será hasta la revolución francesa y el romanticismo del siglo XIX cuando se conforme totalmente. Alguien podría decir que los tercios españoles existían con anterioridad. Sí, pero eran los "otros" quienes nos nombraban así. Dentro de España seguíamos denominándonos como castellanos, catalanes, valencianos, vascos, etc. El sentimiento español como lo conocemos ahora no fraguó hasta la guerra de Independencia y el resto del siglo XIX. Esto es, la autoidentificación nacional no se sitúa en los Reyes Católicos como nos hacía creer cierta historiografía. El punto clave de todo el asunto, aquí o en cualquier otro lugar, es esa autoidentificación nacional. No voy a explicar todo el proceso de construcción (sí es un constructo) porque no es el lugar indicado pero creo que con unas pinceladas se entenderá que la formación nacional no surge de la nada, pero sí tiene un componente autoafirmativo.

Por su parte, pueden distinguirse dos tipos de nacionalismo: cívico o cultural. En términos muy resumidos, el nacionalismo cívico es aquel que incorpora a la nación a todas las personas (en un territorio dado) solo por el hecho de querer formar parte de ella sin importar su procedencia, religión, etc. El nacionalismo cultural es aquel que, por su parte, incluye a aquellas personas que comparten una misma cultura, raza, religión, etc. En España se han puesto de ejemplo a Cataluña como nación cívica y a Euskadi como nación cultural. El nacionalismo cívico se encuentra estrechamente ligado al Estado-nación y el nacionalismo cultural a los nacionalismos periféricos y/o religiosos. Aunque la realidad demuestra que ambos tipos tienen una gran mezcolanza, pues ambos son inclusivos y exclusivos a la vez. Pero lo que me interesa remarcar es que las naciones se insertan, salvo raras excepciones, en un territorio localizado y que existe una autoidentificación clara de ser distintos a los "otros".

Por su parte la autodeterminación es un concepto en su origen individual. Desde la Grecia clásica existe una lucha constante entre el individuo y la colectividad. Entre ser y dejarse llevar. Entre ser y pertenecer. La autodeterminación sería, por tanto, el deseo de que cada persona pueda realizarse plenamente en su individualidad. El republicanismo, el liberalismo e, incluso, algunos sectores del socialismo han defendido esta idea del hombre autodeterminado o mujer autodeterminada, viviendo en la plenitud de su ser. Pero de un ser que decide qué quiere ser. Obviamente esta persona vive en sociedad y está expuesta a las limitaciones básicas, pero la autodeterminación individual estima que, salvo por la violencia y el mínimo decoro y respeto, la persona debería poder desarrollarse plenamente en sí y para sí. Esto es, ser lo que se quiera ser sin limitaciones sociales y estructurales.

En este punto recomiendo vivamente la lectura de Sobre la libertad de John Stuart Mill para comprender el sentido de la autodeterminación que expreso aquí. Otros autores y otras autoras lo entienden en el sentido religioso, laboral, etc. pero no comprenden como Mill que, aún habiendo restricciones sociales y éticas, el ser humano debe tener la libertad de autodeterminarse pues es parte del propio progreso humano.

Si la autodeterminación es individual principalmente ¿puede formar parte del ideario de una colectividad? Sí, sin lugar a dudas. Si tribus urbanas se autoafirman y autodeterminan como colectivo, igualmente puede hacerlo una colectividad y entidad mayor como es lo que se llama nación. Ernest Renan lo expresó perfectamente en ¿Qué es una nación?. No es ni el idioma, ni la historia, ni la antropología, ni la cultura lo que determina la construcción de una nación sino la voluntad de todas las personas de querer formar parte de ella. Por lo tanto, la nación se constituye por la suma de autodeterminaciones individuales. Autodeterminaciones que confluyen en una voluntad de ser nación (por los motivos que se quieran). Por este motivo la nación catalana, la nación vasca o la nación española también, es una realidad que no se puede obviar y que tiene su derecho a autodeterminarse como tal. Y no necesita de referendo en sí para definirse. Pero obviamente de algún modo político debe poder autodeterminarse como nación. Por tanto, y por mucho que moleste, debe existir un referéndum de autodeterminación y de expresión de esa voluntad, ya que los demás parecen no reconocer esa existencia nacional. Ahora bien ¿ese referéndum de autodeterminación es lo mismo que un referéndum de independencia? Sí y no.
Sí porque, tal y como pervirtieron la constitución de la URSS y las Naciones Unidas, se vinculó autodeterminación de un pueblo y/o nación a la existencia de un Estado-nación. Craso error. Porque si bien las naciones tienden a asentarse en un territorio, no tiene porqué ser un Estado, podría darse otro tipo de autonomía política. Pero al establecer en derecho, por mucho que hablen de colonialismo o de imperialismo, un precedente, éste puede ser esgrimido con total razón. ¿Acaso los catalanes o los castellanos no eran naciones antes de la imposición estatal unitaria de España? Sí. Por lo tanto serían naciones tan oprimidas como otras del África subsahariana, por ejemplo.

Y No tiene porqué implicar la independencia un referéndum de autodeterminación si la voluntad es la de afirmarse "plenamente" como nación. Y a partir de ahí, establecer su propio sistema relacional con el resto del mundo. Y hago esta clara distinción porque, primero, hay que establecer si existe esa nación como autodeterminación individual de la ciudadanía catalana, en qué términos y en qué cantidad. y, segundo, si es su voluntad el formar un Estado propio. Solo así se respetarán los derechos de autodeterminación individuales y colectivos de todas las personas que conforman el territorio denominado Cataluña.

por tanto, las personas que allí residen tienen derecho a autodeterminarse (como las de cualquier otro territorio, por cierto) en el doble sentido, como nación y como Estado. Así pues, negar como hace la clase política nacionalista española un referéndum atenta contra la libertad más elemental de la persona, su propia autodeterminación y posicionamiento en el mundo. La propuesta de Podemos es un acto completamente democrático y más si se hace en el doble sentido que he expuesto.

Lo que no entiendo es cómo dirigentes políticos que se dicen de izquierdas pueden negar este principio ¡¡¡Si la autodeterminación individual es fundamental para acabar con la opresión del sistema capitalista!!! (Y de la autodeterminación colectiva del proletariado o clase trabajadora para qué hablar) Igual es porque son gauche caviar o izquierda melindres, o directamente no son de izquierdas algunos y algunas. Ser de izquierdas implica todo un corpus ideológico completo al que no se puede eliminar su fundamento principal. Igual por ahí van los tiros del fracaso del PSOE y no por culpa del populismo ni cosas así.

Post Scriptum: Los y las nacionalistas catalanes también deben aplicarse lo que he citado en el artículo. Se puede ser catalán y pertenecer a otro Estado. Así que mejor harían en no manipular los datos a su antojo y tener el valor de apoyar la autodeterminación nacional y luego la independencia.