jueves, 14 de abril de 2016

PODEMOS + IU: CUANDO EN POLÍTICA 1+1 NO SUMAN DOS



Ante la inminencia de unas posibles elecciones generales se está hablando, y más si existe un café a dos entre Garzón e Iglesias, de la posibilidad de una coalición electoral entre Podemos e IU. Algunos periodistas lo ven como algo irreversible y otros comienzan a hacer cábalas, como algunas empresas demoscópicas. Pero si existe un punto en común entre los periodistas es que caen en el mismo error. Dan por hecho que los votos de IU sumarían a Podemos. ¡Ah! Pero en política uno más uno no siempre suman dos para desgracia de estos opinadores. Es lógico que hagan este tipo de análisis superficial pues carecen de las herramientas profesionales para ello. Son periodistas no sociólogos o politólogas. Y la historia se ha empeñado en mostrarnos que la unión de dos fuerzas no tiene porqué sumar resultados en positivo.

Es en el orden cualitativo donde se han de analizar los pros y los contras de ese posible pacto Podemos-IU. En primer lugar, el millón de votantes que no transfirieron su voto a Podemos por algo sería. Tuvieron la oportunidad de hacerlo (como hizo casi un millón y pico) y no lo hicieron. Y no creo que hubiese detrás de ello una suerte de patriotismo de partido más allá de cierta cantidad de personas, sino más bien una reacción anti-Podemos. Viejos comunistas, defensoras del feminismo, personas de más de 45 años, sindicalistas, etc. prefirieron a IU porque su modo de entender la lucha es diferente a la de Podemos. Por tanto, nadie aseguraría que la unión de ambas organizaciones provocase la transferencia directa de votos. Los que sintieron a Podemos como IU 2.0. ya hicieron el viaje. Los demás no y creo que no lo harían. En parte por traidores (recordemos que salieron de IU todos y todas), en parte porque ese electorado no conecta con las formas y métodos de Iglesias y compañía.

Y, en segundo lugar, ¿quién nos dice que no haya gente que se fue de IU o haya llegado desde otras posiciones ideológicas y partidistas y decidan irse por la propia coalición electoral? Esto es, votantes que ya no creían en el proyecto de IU y que no quieren ver esa fusión que les remitiría mentalmente a un fracaso, por ejemplo. O votantes de derechas o del PSOE que no quieran vérselas con el antiguo PCE. Como he dicho en política uno más uno nunca son dos. Pero además es que creo que IU saldría perjudicado de tal alianza por algunas razones.

Alberto Garzón y Sol Sánchez se han ganado un gran respeto popular con sus intervenciones parlamentarias y mediáticas (cuando les dejan). En este sentido han salido reforzados en sus posiciones. Fueron los convocantes  y provocadores de la mesa a cuatro para negociar una fórmula de gobierno que estropeó Pedro Sánchez. Han hecho discursos mucho más contundentes y de mayor calado político e ideológico que la gente de Podemos y sin tanto teatro y prepotencia. Y, junto a Mónica Oltra, han sido el verdadero descubrimiento político a nivel estatal. Ello por ser coherentes con sus ideas y tener un sentido político que no poseen ni Sánchez, ni Rivera, ni Iglesias, ni obviamente el presidente plasmagórico (más conocido por el sobresueldos). Unirse en coalición con Podemos lapidaría su buen trabajo y su imagen. Es más les recomendaría un acuerdo con Compromís en la comunidad valenciana. Ambas formaciones obtendrían un magnífico resultado posiblemente sin ir de la mano de Podemos. Allí Podemos les resta más que les suma.

Un aspecto a su favor es que las encuestas les dan un cierto aumento en base a esa buena imagen, pero una coalición con Podemos ¿les garantizaría los dos diputados que tienen en la actualidad? No creo. Como mucho creo que facilitarían la entrada de Garzón pero no la de Sol Sánchez. Y en otras provincias (ahora que sí se tienen datos electorales sobre los que hacer cálculos) no veo que la situación cambiase. Así que volverían a tener dos diputados como mucho y con una gran pérdida identitaria y procedimental. Porque no podrían tener grupo parlamentario propio al estar incluidos en Podemos. De esta forma un pacto como el que dicen supondría la liquidación definitiva de IU.

Y todo esto pasaría porque en política no se debe negociar en posiciones de fuerza disimilares. Y cuando hablo de fuerzas no lo digo en el sentido puramente numérico (que es el que se tiende a valorar) sino a la fuerza de la legitimidad, la histórica, etc. Garzón debería negociar casi en igualdad de condiciones por su peso y legitimidad histórica (e incluso por la aportación de cuadros técnicos) pero tiene un gran hándicap, IU no tiene ni un solo euro para hacer campaña electoral ni para, incluso sostener a la propia organización. Y eso le hace restar muchas fuerzas en su posición cualitativa e histórica.

En mi opinión me la jugaría a ir en solitario (salvo el acuerdo valenciano) porque a peor no va a ir y podría mejorar sus resultados y obtener grupo parlamentario propio en las siguientes elecciones. Cualquier otra estrategia sería acabar con su carrera política y con IU. El pacto con Podemos sería el abrazo del oso de Favila.