domingo, 5 de junio de 2016

PERO ¿QUIÉN DISEÑA LA ESTRATEGIA DEL PSOE?



Viendo los resultados de las encuestas y viendo la gestión electoral que está haciendo últimamente el PSOE, me pregunto ¿quién la ha diseñado? Y me hago esta pregunta porque está cometiendo los mismos errores técnicos que en la anterior y la comunicación política no es mala, es peor. Si la hubiese diseñado el PP seguramente no hubiese tenido tan mala fe. Todo eso del marketing político, ahora conocido como Comunicación Política, está muy bien cuando hay candidato y hay mensaje. Por mucho que algunos y algunas se crean lo más de lo más, es imposible hacer que un mono gane unas elecciones. Bueno, me pasé. Bajo ciertas circunstancias es factible lograrlo, pero ahora no se dan esas circunstancias. Y menos si quien te aconseja es tu peor enemigo.

La verdad es que desconozco quien está detrás. No hay, por tanto, una fobia profesional o personal. Pero los errores son mayúsculos y se pueden resumir en dos grupos: políticos y técnicos. Comenzaré, por brevedad, por estos últimos. El primer aspecto, el cual se ha trabajo muy poco en estos meses, es la poca capacidad de transmisión de Pedro Sánchez. Podrá tener charm y ser guapete pero en cuanto abre la boca espanta y aburre. Su discurso está lleno de tópicos típicos y no ha trabajado nada su lenguaje corporal y la forma de expresarse. Parece serio y aburrido. Vamos que no incita a irse de cañas con él, salvo, tal vez,  por el atractivo físico y en este caso "para gustos los colores". En segundo lugar, durante los mítines siguen insisten en situar a personas detrás del candidato, lo que provoca distracción visual. Y más si alguien se rasca la nariz, se duerme o a saber qué. Digas lo que digas puede destrozarte el mitin un factor como ese. Item más si utilizas paneles transparentes con el eslogan. Al final ni lo uno ni lo otro.

En tercer lugar, los actos son en recintos pequeños (o reducidos adrede), reflejando un claro miedo al vacío, y con un escenario en el medio. Este tipo de escenografía no ayuda a transmitir y a estar atento al discurso. Y ya el nova más es cuando hacen los actos en plaza pública. Aparece el candidato soltando un speech que, muchas veces, no tienen nada que ver con el lugar donde se encuentra y rodeado de cuatro supuestos viandantes. Eso no transmite cercanía. Más bien transmite que ni dios va a tus mítines, que vas cuesta abajo. Y, en cuarto lugar por no extenderme mucho más, el PSOE ha sido el primero en presentar su campaña/eslogan electoral. Y aquí, como en el western, cometieron dos errores: uno, salir los primero; y dos, hablar del cambio. Felipe González ya gastó esa palabra en su época para el PSOE hasta dentro de muchos años. Volver a insistir en lo mismo sitúa al PSOE de Pedro Sánchez en el pasado, no en el futuro. Por desgracia el cambio, la novedad, no le corresponde al PSOE en nuestra época. Desde esa premisa es desde donde debían construir. Si a esto le sumas el "puedo prometer y prometo" te vas más al pasado aún y a otra posición ideológica. Si Adolfo Suárez dijo aquello es porque él sí podía prometer. Sánchez no puedo y seguramente no podrá. Ustedes pensarán que esto son chorradas pero les puedo asegurar que elementos técnicos bien utilizados ofrecen una imagen distinta e influye en la ciudadanía. Pero el plan coleguita de barrio o ayuda y el de cuñado cansino menos.

Ahora bien, la utilización de recursos técnicos poco puede hacer sin cuestiones políticas de discurso y programa. Cuando hablo de estas cuestiones no me refiero a la oratoria y a un programa en papel. Sino a un discurso con perspectiva, con proyección, en resumidas cuentas, con futuro inserto. ¿Alguien podría decirme cómo sería su futuro si gobernase el PSOE de Sánchez? Mejor que con el PP dirían algunas personas. Pero eso no basta para hacer que la gente te apoye y te vote. El voto contra algo o alguien funciona una vez, dos, pero no más de tres en partidos nacionales. En partidos monotemáticos y/o regionalistas es diferente porque esa confrontación es parte de su ser mismo y se encuentra ligado a su devenir político. Pero la cultura del amigo/enemigo no funciona perpetuamente en las democracias. En algún momento hay que aceptar lo agonístico y lo adversarial. Y en contiendas democráticas ese espacio es muy reducido y, además, en España ese discurso ya se lo ha apropiado el PP. Son torpes hasta para eso.

El discurso que nos ofrece Pedro Sánchez está saturado de mantras, clichés de partido y carece de proyección de futuro. Nos ofrecen muchos productos electorales pero no nos transmiten cómo van a llevarlo a cabo. Su capacidad discursiva no llega al epicentro emocional de las personas tanto como para hacerlas ver ese futuro inmediato si gobernasen. Algo que también le sucede a C's, aunque este partido acepta su rol utilitario y mediato. El PSOE tiene en su alma ser un partido de gobierno, no el de ser edecán de nadie. Y aquí está el gran error de campaña, hasta el momento. No ha trabajado estos aspectos cualitativos. Porque se pueden trabajar y afirmar. Que Sánchez no es un dotado de virtudes oratorias es obvio, pero no son completamente necesarias si el mensaje se encuentra dentro de ti. Y lo peor es que no es un caso aislado. Los que le acompañan en la dirección del partido están igual. Son apparatchiks no políticos y políticas. Han ascendido a la sombra de otros y otras sin pensar en el socialismo en sí, sino en lo meramente técnico. No pueden hacer un discurso distinto porque no entienden lo que pasa más allá de los muros psicológicos de partido. El programa, programa, programa" de Anguita fracasó, así que seguir esta táctica es un error.

Un segundo error político es competir en el espacio moderado. Si quienes te hacen daño están a tu izquierda, blanco y en botella. Pero no. Pedro Sánchez y sus corifeos están decididos a competir en un espacio que le han asignado exteriormente (PP, Podemos y Grupos Prisa) y que, para más inri, se encuentra parcialmente ocupado por el PP naranja (C's). El PSOE no está sabiendo salir de esas fronteras que le han asignado y que ha aceptado sin rechistar. Y eso que la maquinaria del Grupo Prisa ha decidido apoyarle casi más que en tiempos de Felipe González (al menos de forma más abierta). Se quejaban de no tener grupo mediático detrás y cuando lo tienen no lo aprovechan. Fue un error del PSOE no haber admitido que se había equivocado con Sánchez (el blandito habría que decir) y haberlo cambiado por otra persona hace un mes. Y esto puede tener consecuencias funestas porque se está transmitiendo la idea, real, de que Sánchez está para salvar los muebles que pueda. Un Sánchez que, por cierto, aún no ha asumido que su pacto inquebrantable con C's fue un error grave por el significado moderado que tenía. Y, encima, hace unas manifestaciones diciendo que si depende de Iglesias para ser presidente nunca lo será. Y este mensaje se le vuelve en contra de dos formas. Una, le pueden decir, ya se lo están diciendo, que él no va a ser presidente del gobierno de ninguna de las formas porque no le va a dar para eso la suma electoral. Y, dos, incita a las personas a votar a Iglesias porque le confiere poder de decisión (o a Rivera sensu contrario). Así que mejor votar a quien puede decidir que a quien no. Si para que haya un gobierno de izquierdas la decisión última la debe tomar Iglesias parece más sencillo votar a Unidos Podemos que al PSOE.

Lo que vengo manifestando, ni discurso, ni técnica, ni equipo. Porque esa es otra. Pone de número dos a una persona que intentó con todas sus fuerzas encarcelar a compañero del PSOE ¡¡estando en un gobierno socialista!! Y no lo hizo por un afán de Justicia sino en favor de su jefe en aquel momento, el Sr. Belloch. El cual aspiraba a suceder a González presentándose como el látigo justiciero y de esta forma dirigir el PSOE postfelipista. Como he manifestado, ni el peor enemigo le hubiese asesorado tan mal.

No veo claro el futuro del PSOE y su campaña parece que va a ser horrenda salvo imprevistos. No se está dirigiendo al electorado que le puede reportar un nuevo vigor, ni ha diseñado una campaña de combate (algo en lo que los y las socialistas han destacado siempre. Se encuentra en la blandura, el buenismo, en lo soft, al final, en la ruina electoral. Menos mal que les queda Andalucía y lo rural ¿o no?