viernes, 22 de enero de 2016

GOBIERNO DE IZQUIERDAS: PRIMER ROUND


Ante la crítica situación que está afrontando España desde este blog, como es lógico, se apostaba por un gobierno de izquierdas donde estuviesen representados todos los partidos de carácter estatal, al menos. Pues Pablo Iglesias, tal vez de forma sorpresiva aunque no tanto, ha decidido dar el primer paso y presentar al Jefe del Estado, y al resto de la ciudadanía, esa propuesta. Pide un gobierno de coalición conformado por PSOE, Podemos e IU en consonancia a los resultados electorales. Vamos lo que sucede en otras democracias consociativas de nuestra entorno cultural y político.
Además, lo ha hecho desde una serie de puntos claros y concisos que, a la lectura de los distintos programas electorales, encajan perfectamente con las propuestas de todos ellos. La explicación nítida y bien estructurada no creo que asuste a ninguna persona que se considere de izquierdas. Es un programa de una socialdemocracia europea y no ha dejado aspecto de los que afectan a la ciudadanía sin tocar. Salvo el ministerio de Fomento (en donde se podría hablar y mucho de inversiones productivas y estructurales necesarias), cada uno de los aspectos ministeriales ha sido expuesto en su vertiente maximalista.
¿Qué consecuencias en caliente se pueden obtener?
En primer lugar, se ha obviado la estúpida diatriba de si negociar primero un pacto de investidura y luego un gobierno. No es necesario perder esfuerzos cuando se quiere ir en un mismo camino, como es gobernar el cambio que necesita España en una difícil crisis económica, social y política. Como ha dicho Iglesias y anteriormente Sánchez hay que gobernar el cambio.
En segundo lugar, Podemos acepta la democracia consociativa. Tal vez, como ha expresado el dirigente del partido violeta, por temor a lo que la "vieja guardia" y la dirigencia regional pudiesen hacer. Pero también porque la única salida razonable si se quiere cambiar es formar parte del equipo de cambio.
En tercer lugar, le ha hecho un favor a Pedro Sánchez que, obviando las estupideces de que solo pretendía salvarse él, va a tener una mano ganadora frente al comité regional y otros poderes venidos a menos (El País). Pues en estas condiciones, que entroncan con lo que desea la militancia, especialmente la urbanita, consigue el apoyo de los y las más (militancia) frente al apoyo de los y las menos (baronías y demás antiguallas que pretenden controlar el partido sin legitimidad).
En cuarto lugar, todos los poderes fácticos se les van a echar encima sin duda como ya están haciendo. Ha sido presentar la propuesta Iglesias y los portavoces de la clase dominante del bloque en el poder ya han bramado acusando a Iglesias de ir solo a por los cargos ministeriales sin hablar de programa (Rivera), de no ser posible ese pacto porque carece de fundamento económico (Cuatro), de que Pedro Sánchez no tiene el refrendo del partido y el comité federal se lo va a tumbar (Palomeras), de caer en la mayor locura y hacer de España un país bolivariano (Esperanza Aguirre), y algunas locuras más que irán saliendo.
Por tanto asistimos al primer round de un combate entre las personas de izquierdas y el resto de planteamientos. Y, una vez más, Iglesias ha sido valiente y ha estado muy despierto para situar el combate en el sitio que debía estar, en lo que preocupa realmente a la ciudadanía y no a los mercados, los cuales, por cierto, tienen una gran capacidad de adaptación a diferentes situaciones políticas, las controlen o las intenten controlar.

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